Libro del Centenario RSCE
siendo ajena a ella la actividad cinófila. La Segunda República El primer cambio que observamos en la historia de nuestra Asociación con la proclamación de la Segun- da República en España es la caída de la denomina- ción de Real del encabezamiento de Libros, Actas y todo tipo de documentos, así como un cambio de es- cudo representativo y una nueva firma por parte de nuestro Presidente, quien deja de firmar como “Léri- da”, en atención a su título nobiliario, para empezar a hacerlo con su nombre de pila, Manuel Álvarez de Bohórques. La Sociedad Central para el Fomento de las Razas Caninas en España declara su adhesión al nuevo Régimen político en el Acta de la reunión del Comité celebrada el 31 de Julio. Años más tarde se harían públicas las dificultades personales e incluso la persecución a la que algunos miembros de la So- ciedad Central, especialmente su presidente, el Con- de de Lérida, fueron sometidos durante el periodo republicano, especialmente a causa de su conocida vinculación con la Casa Real española. De hecho, el Domingo 26 de Febrero de 1933 el Vicepresidente de la Sociedad, D. Javier de Beránger, convocó una re- unión de urgencia del Comité para tratar el asunto de la dimisión como Presidente del Conde de Lérida. El Presidente entendía que por sus relaciones y sig- nificación como declarado monárquico podía poner en serias dificultades a la Sociedad, pero Beránger expone a sus compañeros de Comité que dicha di- misión puede suponer la ruina y disolución de la So- ciedad. La adhesión a las propuestas de D. Javier de Beránger fue unánime y a iniciativa del Conde del Zenete, el Comité en pleno se dirigió hasta la Gran Peña, de Madrid, lugar donde el Conde de Lérida acostumbraba a tomar el aperitivo, para expresarle su decisión y hacerle desistir de sus intenciones. En cualquier caso, ante las dificultades que se pudiesen plantear, se decidió que fuese D. Javier de Beránger el encargado de firmar cheques y cualquier petición de carácter oficial. El año 1931 fue muy bueno para el L.O.E., con un re- punte en las inscripciones propiciado en gran parte por la decisión del Club Galguero de obligar a que todos los perros participantes en carreras oficiales de galgos estuviesen inscritos en un Libro de Orígenes oficial. No obstante, era evidente que la mayoría de aficionados a los galgos no mostraba interés alguno por la cinofilia oficial, del mismo modo que el au- mento de inscripciones en esta raza no podía camu- flar un aletargamiento general en el desarrollo de la afición a los perros de pura raza en España. Los efectos de la crisis económica y financiera a nivel internacional, iniciada en 1929, se hacían patentes en el mundo entero y afectaban tanto a lo político como a lo social, tocando de paso a cualquier tipo de pa- 1911-2011, R.S.C.E.: Cien años de selección y mejora 89
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy ODA3NTk=