Libro del Centenario RSCE

de lo que sucede en otros países y esa incultura ca- nina preocupa y ocupa gran parte del tiempo y los desvelos de nuestros dirigentes. La Real Sociedad Central para el Fomento de las Razas Caninas en España organiza directamente desde su fundación, exposiciones y concursos como medio fundamental para la difusión y conocimiento del perro de raza. En otros países dicha labor es hecha por asociaciones y clubes, lo que evita que se den polémicas como las que ocurren en nuestro país cuando algunos partici- pantes no aceptan los resultados y achacan las deci- siones de los jueces a su vinculación o conocimiento de los organizadores. Tales quejas son reflejadas por D. César Martínez en las Actas de la Sociedad, como lo es también el bando del Ayuntamiento de Madrid en contra del maltrato a los animales, prohibiendo ¡en 1927! que se lleve a los perros atados a los bajos de los coches, corriendo entre sus ruedas, que se les tiren piedras o que se les deje solos durante más de cuarenta y ocho horas. Este bando motivó al Conde de Lérida a ponerse en contacto con los más altos representantes de otras asociaciones (Real Asociación General de Cazadores y Pescadores de España, Asociación Protectora de Animales y Plantas de Madrid, Sección de Madrid de la Federación Ibérica de Sociedades Protectoras de Animales y Plantas y Refugio de Animales Ami- gos del Hombre) con el fin de reunirse con el Alcalde de Madrid, D. Manuel de Semprún, para agradecer- le la legislación puesta en marcha relativa al mal- trato de animales y a la problemática de los perros vagabundos. Los comisionados, una vez hecho esto, acudieron a reunirse con D. Severiano Martínez Ani- do, Ministro de la Gobernación, para pedirle que se estudiase la implantación a nivel nacional de regu- laciones similares a la madrileña. La propuesta fue recibida muy favorablemente, al punto de que seis días después, el 1 de Julio de 1927 se publicaba una Real Orden regulando la recogida de perros vaga- bundos en unos términos muy similares a los pro- puestos por el Conde de Lérida. La Sociedad Central dio parte a sus delegados en las diferentes provin- cias con el fin de que velasen por el cumplimiento de la citada Orden. Chiens de Ténériffe En la Asamblea General de la Fédération Cynologi- que Internationale de 1928, celebrada en París el 28 de Junio, la Real Sociedad Central llevó dos propues- tas al plenario que fueron aprobadas por unanimi- dad. Por un lado se pidió a las distintas Sociedades Directoras que enviasen un listado actualizado con sus razas nacionales reconocidas, ya que el último databa de 1914 y, por otro, se solicitaba la prohibi- ción de admitir como oficial el nombre de “Chiens de Ténériffe” para una raza de perros formada en 1911-2011, R.S.C.E.: Cien años de selección y mejora 83

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