Libro del Centenario RSCE

La rabia, o hidrofobia, como se la llama en periódicos y documentos de la época, es un asunto de discusión y debate social, pero ello no justifica la utilización de cebos envenenados o la ordenanza, mucho más cruel si cabe, que regía en Madrid de matar a sabla- zos a los perros que no estuvieran conducidos en condiciones por las calles de la ciudad. Las acciones de la Real Sociedad Central, de las So- ciedades Protectoras de Animales y Plantas y la reac- ción popular adversa, hicieron que dichos métodos se fueran desterrando, afortunadamente. Sigue existiendo una sección de perros en la Expo- sición Nacional de Ganados celebrada en Madrid y también con éxito la Exposición Canina del Parque de Madrid, con gran asistencia de público, partici- pación de muchas personalidades sociales y la con- tinuidad en la celebración de pruebas de “utilidad para perros de guerra, sanitarios y de policía”. El diario “La Vanguardia” de Barcelona, detallaba así en qué consistían los ejercicios: “... la custodia de un objeto depositado, rehusar comida de persona extra- ña, defensa del amo, atacar a un hombre armado de palo o revólver, detener a un hombre que huye, sal- tar un obstáculo de dos metros de altura, buscar un herido, coger un objeto de su pertenencia, llevarlo al amo y conducir a éste donde se halle el herido, servicio de estafeta y servicio de centinela y defensa del puesto...” De hecho, ante la dolorosa situación a la que España se enfrenta en el Norte de África, con una guerra encallada que no parece tener solución fácil, son muchos los periódicos nacionales que de- dican parte de sus páginas a glosar las habilidades de los perros adiestrados para la guerra y a solicitar, incluso, la donación de los mejores ejemplares para el servicio de la Patria. La Asociación General de Cazadores y Pescadores, presidida por el Marqués de Villabrágima, sigue celebrando su exposición abierta a todas las razas de perros y lo hace, también, en el mes de Mayo y, aunque celebró alguna edición fuera de Madrid, casi siempre lo hace en el Parque del Retiro, por lo que los aficionados contaron durante varios años con dos concursos caninos muy próximos en tiempo y lugar de celebración. Algunos participaban en ambos e in- cluso personalidades sociales, miembros de la Fami- lia Real y autoridades oficiales donaban trofeos para ambas exposiciones, pero también se empieza a ver cómo algunos destacados cinófilos muestran su apo- yo a una u otra organización participando sólo en el evento organizado por la de sus preferencias. Mientras tanto, en el Turó Park de Barcelona, la So- ciedad Protectora de Animales y Plantas de Barce- lona, organiza su Exposición Canina en el mes de Mayo con el respaldo de la Real Sociedad Central para el Fomento de las Razas Caninas en España. El 27 de Marzo de 1924, ante el éxito de la Exposi- ción del año anterior, los aficionados barceloneses, comandados por D. Emilio Vidal-Ribas Güell, de- legado para Cataluña de la Central, forman una nueva entidad que será la encargada de velar por los intereses de los cinófilos catalanes y de organi- zar de forma más continuada la Exposición Canina. Dicha entidad recibiría un nombre inicial de “Sec- ción Canina de Cataluña”, pero gracias al éxito de sus primeras actividades y contando con los medios materiales y humanos para ello, sus miembros con- 1911-2011, R.S.C.E.: Cien años de selección y mejora 75

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