Libro del Centenario RSCE

vorable, por lo que se esperaba que dicho ejemplo cundiera, especialmente en zonas que mostraban una excelente afición, como Bilbao, Barcelona y San Sebastián. Una de las actividades más glosadas y aplaudidas fue la de la Real Sociedad Venatoria de Vizcaya, afi- liada de la Real Sociedad Central y que criaba perros de muestra con el afijo “de Vizcaya” para luego fa- cilitarlos a precios muy asequibles a los cazadores y aficionados de la zona, a fin de evitar la proliferación de perros mestizos en la caza. En 1918 se inscriben en el L.O.E. 248 ejemplares, un número más que considerable, especialmente te- niendo en cuenta los momentos que se viven a nivel internacional. La introducción al tomo del Libro de Orígenes Español de ese año no la hace, por primera vez, el Conde de Lérida, siendo D. Javier de Berán- ger el encargado de hacerlo. La Asamblea de Socios de Enero de 1919 fue muy emotiva y se dedicó una gran parte del tiempo a glo- sar el final de la Guerra y la situación de los países en los que la Sociedad contaba con grandes amigos. Durante años habría de ser imposible la importación de buenos ejemplares de procedencia extranjera, ya que de haberlos quedarán en sus países de origen para contribuir a la recuperación de su raza. En el Acta de la Asamblea se recogen interesantes conse- jos para quienes quieran iniciarse en el mundo de la crianza, aconsejándoles que lo hagan siempre con buenos perros, salvo en el caso de las razas en recu- peración. Se glosa la condición natural del talento para la crianza canina y se asegura que hay quien, a pesar de estar toda la vida en ello, nunca llega a entender nada de perros, aseveraciones que muchos firmarían hoy en día. Dentro de las recomendaciones, hay otras que nos resultan más chocantes con el paso del tiempo y, si bien cualquiera defendería la de que se aplique siempre un criterio estricto y riguroso en la selec- ción, tal vez no cuente actualmente con tantos adep- tos la de destruir los ejemplares con defectos para guardar sólo lo mejor. Eran otros tiempos y se ma- nejaban otros conceptos, como uno muy curioso que denominan en el mismo Acta, el del “vientre sucio”, según el cual, una hembra que hubiese criado una camada con un macho defectuoso o de otra raza, por accidente, en sucesivas camadas seguiría producien- do ejemplares indeseables al quedar su vientre con- taminado por aquella monta. En un plano más prosaico, en 1918 se afilia a la Real Sociedad de Fomento de las Razas Caninas en Es- paña el prestigioso y aristocrático Real Polo Jockey Club de Barcelona. Aquel año, a pesar de su inten- ción inicial, la Asociación de Cazadores y Agricul- tores de Castilla la Vieja no pudo celebrar su Expo- sición en Valladolid, pero no faltaron a su cita los aficionados galgueros con las pruebas de campo de 1911-2011, R.S.C.E.: Cien años de selección y mejora 63

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