Libro del Centenario RSCE

En 1916 las inscripciones llegan a los 188 ejempla- res. El Libro de Orígenes Español sigue el modelo marcado por países como Francia, Italia, Suiza u Holanda. Cada perro que es inscrito recibe un nú- mero en función del momento en que dicha inscrip- ción se hace. Bélgica es el único país con un sistema diferente. Los perros reciben un número de registro provisional a la hora de hacer la inscripción y no se les da el definitivo hasta el final del año, pudiendo entonces agrupar las inscripciones por razas y dar a cada una de éstas números correlativos, lo que hace que los libros belgas sean muy hermosos y prácticos de consultar, a pesar de que dicho sistema compor- te un gran número de inconvenientes, no llegando a valorarse nunca la posibilidad de optar por este sistema. La Guerra continúa en Europa y los perros siguen siendo empleados, casi en exclusiva, para labores de auxilio en la misma. En algunos países, como en Francia, se encarga a la Sociedad Directora pertinen- te la labor de reclutamiento y enseñanza de los pe- rros. Con el avance de la guerra se llega incluso a suspender las actividades en Inglaterra, único país beligerante que había mantenido una cierta activi- dad. En Mayo de 1917 se prohíben todo tipo de con- cursos y exposiciones en el país y se establece una limitación en el número de ejemplares por propieta- rio, algo que tendrá un efecto devastador. El Kennel Club, alineándose con las disposiciones guberna- mentales, hace pública su intención de no registrar a ningún perro que se críe en contra de dichas normas. La autoridad e influencia del Kennel Club inglés es enorme, pues se trata del ente cinófilo más grande y avanzado de su tiempo, como lo es también la pro- pia cinofilia de su país, con una media de inscripcio- nes por entonces de 24.000 perros al año, superando en 1916 los 235.000 registros. En Madrid se sigue celebrando la Exposición de Pri- mavera, pero en 1916 se aprecia una menor lucidez al no participar en ella las jaurías que tanto lustre daban al evento. En Jerez y en Madrid se siguen celebrando las Prue- bas de Campo de las Sociedades de “El Goloso”, “La Caza” y el “Coto de La Ina” y en la Exposición del Retiro de 1917 se proclama Campeón de España su vencedor absoluto, un Airedale Terrier llamado “Jack”, propiedad del Conde de Fuenclara. Fuera de Madrid se celebran algunas actividades, como la Exposición Regional Canina de Valladolid organizada por la Asociación de Cazadores y Agri- cultores de Castilla la Vieja, coincidiendo con la Fe- ria de Septiembre de la ciudad. Casi un centenar de ejemplares compitieron en la Fuente del Cisne, de los Jardines del Campo Grande, para deleite de un numeroso público asistente. El concurso fue celebra- do bajo la supervisión del Delegado de la Sociedad Central en la zona, quien emitió un informe muy fa- 1911-2011, R.S.C.E.: Cien años de selección y mejora 61

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