Libro del Centenario RSCE

sociedad española. En los años siguientes se siguen celebrando tanto las Exposiciones de Madrid como las diferentes Prue- bas de Campo para Galgos, representando España un oasis para la cinofilia europea. No obstante, que- da patente la disminución de las importaciones, al ser muy complicado hacerse con ejemplares en el extranjero e incluso al llegarse a prohibir la cría y exposición de perros en algunos países, salvo en el caso de los que habían de ser destinados para servi- cios en el frente. Los “perros de la guerra” saltan a las páginas de los periódicos y son mencionados también en las Ac- tas y Memorias de la Canina. Son utilizados por el Ejército en funciones de transporte, correo y rastreo, fundamentalmente y también por la Cruz Roja como perros de auxilio. Las razas más empleadas son los Bergers (perros de pastor), Airedale Terriers, Dober- mann-Pinschers, Collies, Retrievers, Perros de Saint- Hubert, etc... Alemania es pionera en el uso de perros para la gue- rra y en 1915 contaba con más de 37.000 ejemplares perfectamente adiestrados para diferentes funcio- nes. En España, la Real Sociedad Central sigue empeñada en la elaboración de un Libro de registros de presti- gio, algo que se ve dificultado por la imposibilidad de obtener colaboración de las Sociedades interna- cionales en la labor de documentación de genealo- gías de perros de origen extranjero. En unos tiempos tan complicados, el L.O.E. se llega a convertir en un libro de referencia por su rigurosidad y, también, por superar en inscripciones, aunque sea de manera circunstancial, al de otros países que ahora están su- midos en la contienda. Se sigue trabajando para la recuperación y mejo- ramiento de las razas caninas españolas y se hace mención en la Memoria de 1915 de una denominada “Gorgas”, de la que hay individuos en algunas zo- nas de la costa de Alicante pero que está próxima a su extinción. Las teorías acerca de su origen son va- rias, pero las más serias apuntan a una llegada des- de Italia, acompañando al séquito de Carlos III. Los ejemplares que quedan son pocos y parecen muy “bastardeados”, por lo que no será fácil emprender una seria labor de recuperación. Otro de los acontecimientos de aquel año fue el tras- lado de la sede de la Calle Leganitos a un nuevo lo- cal. El primitivo se había quedado pequeño y era, además, una continua fuente de problemas por hu- medades y defectos de mantenimiento, por lo que se encontró adecuado el ubicarse en un piso de la finca sita en la Calle de Los Madrazo, número 15. Además, en sintonía con el propósito de extender la afición cinófila por todo el país, se autoriza la cele- bración de concursos y exposiciones de una o varias razas fuera de Madrid. 1911-2011, R.S.C.E.: Cien años de selección y mejora 59

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