Libro del Centenario RSCE

recinto de la Exposición, como en el domicilio del Conde de Lérida en la calle de Serrano, nº 5, en los días posteriores. Los propósitos de aquella reunión fundacional se- rían después plasmados por D. César Martínez en las primeras Memorias de la Sociedad, destacando ya entonces la preocupación de los buenos aficiona- dos por el “afán desmedido de hacer cruces capri- chosos que desfiguran las características de las ra- zas”. El propio Conde de Lérida, en su introducción al primer Tomo del L.O.E. señalaría con acierto la gran dificultad y diferencia a la que se enfrentaba esta recién nacida Sociedad, frente a otras similares existentes en el extranjero. Aquellas habían surgido en países de una tradición cinófila consolidada, en los que se organizaban pruebas y concursos y exis- tían asociaciones e incluso clubes de raza, ante la ne- cesidad de reglamentar aquella actividad que ya era, de por sí, importante. En España, en cambio, todo estaba por hacer. La función de esta nueva Sociedad Central sería la de crear una afición inexistente y educar al público en lo que significaba el perro de raza. En cualquier caso, aquel 27 de Junio supuso el naci- miento de la Sociedad Central para el Fomento de las Razas Caninas en España. 1911-2011, R.S.C.E.: Cien años de selección y mejora 44

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