Libro del Centenario RSCE
años más tarde también sigan existiendo este tipo de establecimientos, también en Centroeuropa, que suministran cachorros de todas las razas al mundo entero, aunque con escaso control sanitario y cino- lógico. Uno de aquellos pioneros de la crianza empieza a poner sus primeros avisos en 1897, con el nombre de “Artur Seyfarth”, de Köstritz, Alemania, “esta- blecimiento universalmente conocido y fundado en 1864”, que se presentaba como proveedor de nume- rosas cortes europeas y capaz de proporcionar “ejem- plares de primer orden” de casi cualquier raza. Unos años más tarde se haría habitual en la prensa madri- leña el anuncio de “Caesar y Minka; Cría y venta de perros de todas las razas. Zahna, Prusia.” Por tanto, existían en Madrid y, por extensión, en toda España, buenos aficionados a los perros que poseían ejemplares de algunas razas que aún hoy continúan pareciendo exóticas, pero no se contaba con la cultura cinófila suficiente como para tener conciencia de que se estaba envuelto en algo más que un simple capricho. Una de las primeras entidades que empieza a poner remedio a esto es laAsociaciónGeneral de Cazadores y Pescadores de Madrid, con sede en la céntrica calle de la Bolsa, número 10 y que ya en 1908 inauguró un servicio de atención y consulta veterinaria gratuita para sus asociados, todos los días de la semana de cinco a seis de la tarde. Además, la Asociación tenía la intención de construir un refugio para perros de caza, a fin de que sus asociados pudieran dejarlos allí al cuidado de personas capacitadas cuando estu- vieran fuera de temporada. La Asociación de Cazadores y Pescadores tuvo tam- bién la idea de recuperar la tradicional Exposición Canina y así, en Marzo de 1910 anunció su inten- ción de celebrarla en Mayo en el Parque del Retiro, dividiendo a los animales en los siguientes grupos: Perros de Caza, Perros de Lujo y Perros de Guarda, instituyendo importantes premios para cada una de las categorías. Aquella Exposición de 1910 habría de celebrarse en- tre el 18 y el 27 de Mayo, aunque por motivos clima- tológicos finalmente no se inauguraría hasta el día 25 del citado mes. El Ayuntamiento de Madrid, además de ceder el uso de una zona del Parque del Retiro, donaba un premio de quinientas pesetas, una suma más que interesante para la época. El propósito de los organizadores del evento, según hacían constar en sus declaraciones a la prensa, era el de la conser- vación y “afinamiento” de algunas razas que esta- ban decayendo e incluso próximas a su extinción y que “compradas por criadores ingleses o alemanes, nos las revenden después por mucho dinero”. Para publicitar la Exposición, la Asociación General de Cazadores y Pescadores llenó las calles de Ma- drid con un hermoso cartel obra del conocido pintor 1911-2011, R.S.C.E.: Cien años de selección y mejora 36
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