Libro del Centenario RSCE

de Burgos, el Conde del Zenete mantuvo un papel activo en la Canina desde su fundación. Desde la proclamación de la Segunda República empieza a ocupar un papel protagonista en los destinos de la R.S.C.F.R.C.E. y tras la muerte de D. Javier de Berán- ger y dada la delicada salud del Conde de Lérida, se convierte en la figura principal de la Canina desde finales de 1935. Terminada la Guerra Civil es gracias a su empuje a lo que se debe la recuperación de la actividad de la Canina. Ocupó la Presidencia Provisional hasta que se consigue la aceptación del cargo por parte del Duque de Arión en 1942 a propuesta del propio D. Tomás Owens y asumirá la Presidencia oficial a la renuncia de aquel en 1946 por petición unánime de todos sus compañeros de Comité. Durante su mandato, la Real Sociedad Canina se consolida social y económicamente, se afianza su pa- trimonio con la compra de la sede social de la calle de Los Madrazo y se vuelve a la actividad normal, tanto a nivel nacional como internacional. Tuvo una carrera como juez muy larga y exitosa, mantenida incluso después de su renuncia al cargo por motivos de edad en 1957. 4º.- D. Luis Gómez Bea, 1957-1968 Es el primer Presidente de la Canina Central que no proviene de una familia aristocrática, lo que da muestra del cambio que empieza a obrarse en la ci- nofilia española. Durante su mandato se consolidan nuevas exposiciones caninas fuera de Madrid y se envía a la Fédération Cynologique Internationale una primera relación de Jueces de la Real Sociedad Central de Fomento de las Razas Caninas en Espa- ña. Organizó la Exposición conmemorativa del 50º Aniversario de la Canina. En los últimos años de su periodo presidencial estuvo en los cargos más altos de la Fédération Cynologique Internationale, presi- diéndola en 1968, año en que tuvo lugar en Madrid por primera vez una Asamblea General de la misma, al término de la cual presentó su dimisión por moti- vos de salud. 5º.- D. Tomás Murube y Urquijo, 1968-1979 Socio y directivo de la Real Sociedad Central de Fo- mento de las Razas Caninas en España desde la dé- cada de los 50, en compañía de su hermano Jaime, ambos muy conocidos por su vinculación al mun- do del toro bravo. Los hermanos Murube y Urquijo eran reconocidos criadores y propietarios de galgos y cosecharon múltiples éxitos en pruebas de campo. Durante su mandato la cinofilia se afianza como una afición popular en toda España, surgiendo nuevas 1911-2011, R.S.C.E.: Cien años de selección y mejora 216

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