Libro del Centenario RSCE
El parón de la guerra El 18 de Julio de 1936 se abre uno de los periodos más tristes de la reciente historia de España. La Gue- rra Civil se prolongará durante tres años y las con- secuencias de la contienda serán evidentes en todos los ámbitos de la sociedad hasta mucho después de su finalización. En el plano cinófilo, no podía ser me- nos y todas las actividades relacionadas con la cría y exposición de perros de pura raza quedaron auto- máticamente suspendidas. La Real Sociedad Central para el Fomento de las Razas Caninas en España es- taba fundada y fomentada por un grupo de personas perteneciente a un grupo social muy determinado, la mayoría de los cuales estuvieron adscritos al ban- do nacional durante la guerra o tenían vinculaciones con éste, así como con la causa monárquica, lo que les llevó a abandonar Madrid o a sufrir persecución y cárcel. Incluso las populares carreras de galgos en pista, que tantas tardes de gloria habían llevado al canódromo madrileño, se vieron suspendidas y hu- bieron de esperar a que el 6 de Diciembre de 1936, el Club Galguero Sevillano inaugurase unas instala- ciones provisionales en la Piscina de Los Remedios, donde se celebrarían carreras de manera regular para todos los aficionados, con apuestas mutuas in- cluso y con recaudaciones benéficas para los solda- dos heridos o en el frente, hasta que el 13 de Julio de 1940 se reinauguraría el Canódromo madrileño con una importante campaña de publicidad en prensa invitando a todos los galgueros, especialmente a los andaluces, a acudir a Madrid para poder disputar los importantes premios de 300, 500 y 1.000 pesetas. El 18 de Septiembre de 1941 se reúne el Comité de la Sociedad, por primera vez desde Enero de 1936. La reunión es convocada por D. Tomás Owens, Con- de del Zenete, Vicepresidente de la Canina desde la muerte de D. Javier de Beránger. El Conde del Zenete dedica los primeros minutos de la reunión a recordar la figura del Conde de Lérida, Presidente fundacional de la asociación y fallecido al poco del inicio de la guerra. En palabras de D. To- más Owens, el Conde de Lérida había padecido per- secución, acoso e incluso varios ingresos en prisión durante los últimos meses de su vida, lo que influyó gravemente en su delicado estado de salud. Otros 4 capí- tulo 1936-1954: GUERRA, POSGUERRA Y RENACIMIENTO 99
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