Libro Razas Españolas

del ganado, de propiedades, solares, etc., y se mantiene vigilante, echado o de pie, cambiando de actitud cuando algo o alguien extraño se acerca, entonces su postura es la de seguirlo con la mirada, no lo perderá de vista un momento, va marcando la distancia y, de llegar a la zona que considera ya de ataque el perro no se arredra, se lanzará o, caso de que haya personas tras él, en la casa, etc., ladrará ronco, profundo y continuo advirtiendo esta presencia. Si no hubiera necesidad de ello, porque no llegó a límites del espacio de seguridad marcado por el perro, seguirá vigilante hasta que se aleje por completo. Atado: Como es lógico, cambia la actitud, es más propenso a ladrar si alguien o algo lo alerta, predisponiéndose a actuar cuando se acercan a la zona que alcanza la cadena. Para facilitar esta tarea se suele colocar un cable con una cadena corrediza que permite al perro no solo ejercitarse continuamente sino el abarcar más espacio de control pudiendo ampliar a su vez las acciones de guarda y defensa. La facilidad de aprendizaje permite en ambos casos ejercitar una buena labor por parte del perro que comienza por ir ya distinguiendo a personas habituales o acciones normales de las que no lo son, aunque los hay que, por su celo en la labor de vigilancia tardan en aceptar el paso o presencia de personas poco afines, fuera de dos dueños y sus familias. En todo caso, de no distinguir bien, por medio del oído o el olfato, a quién se le acerque puede ser motivo de un buen susto aún para persona conocida o cercana al propietario. Esto se produce con mayor frecuencia por las noches o donde falta la luz, de ahí que sea un perro muy temido. Defectos: El ladrar continuamente o con frecuencia al menor síntoma de alerta o excitación. El espantarse y alejarse estando suelto o esconderse en su caseta o “echadero” de estar atado cuando se le acerca algo o alguien extraño y más si le asustan y no reacciona “yéndose adelante”. El rehuir el encuentro o choque con otros perros, de cualquier porte o tamaño. La desobediencia aunque éste sea un factor más de la propiedad que del propio can. XVII. Gestiones para su Reconocimiento La labor ha sido larga y, en una línea, perseverante, hasta su reconocimiento. Se inician a principio de los años 70. Se dedicaron a esta tarea de recuperación y reconocimiento varias asociaciones, como “Solidaridad Canaria” y “Ascan”, en Gran Canaria, Asociación Protectora del Perro Majorero en Fuerteventura que tuvo su continuidad en la “Asociación Canaria Protectora del Perro Majorero Toto” que ha devenido finalmente en el “CLUB ESPAÑOL DEL PERRO MAJORERO”. Las razas caninas españolas - Spanish canine breeds 52

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