En la actualidad, una de las mayores preocupaciones de la cría selectiva y responsable es la erradicación de afecciones que puedan comprometer una vida sana, equilibrada y feliz de nuestros perros y que, además, eviten el sufrimiento añadido que eso supone para sus familias.

Cada día es mayor el repertorio de pruebas, tests, estudios e información a disposición de los criadores para poder seguir esta loable tarea.

En los últimos años, las razas braquicéfalas se han situado en el punto de mira de determinadas entidades y autoridades, preocupadas por su calidad de vida, pero que han derivado en la imposición de restricciones para la cría, prohibiciones en algunos casos, o el establecimiento de algunas medidas controvertidas encaminadas a cambiar la apariencia tradicional de estas razas como posible solución a esos supuestos problemas de salud.

Tal vez el más importante de todos ellos es el síndrome de obstrucción respiratoria en braquicéfalos, popularmente conocido por sus siglas en inglés: BOAS.

La braquicefalia es una mutación condrodisplásica que altera el crecimiento de los huesos occipital y basiesfenoides del cráneo, produciendo un acortamiento del eje craneal básico (línea media trazada desde el occipital hasta el punto medio de la sutura esfenoetmoidal). Esto se manifiesta como un severo acortamiento del hocico y un moderado acortamiento y ensanchamiento del cráneo. Sin embargo, los tejidos blandos no se reducen proporcionalmente con la longitud del cráneo y conduce, entre otros problemas, a la obstrucción de las vías aéreas superiores.

El aumento de la cría de estas razas, debido a su gran demanda, se ha realizado mediante una selección deliberada de determinadas características fenotípicas de braquicefalia extrema, como hocicos exageradamente cortos, ojos grandes y bajos, frentes grandes y mayor número de pliegues cutáneos (entre otras características). Existen numerosos estudios que sugieren que estas características se seleccionan debido al parecido antropocéntrico de sus rasgos juveniles o “esquema de aspectos infantiles” de Lorenz, que son capaces de despertar respuestas emocionales de afecto y cuidado en los adultos.

En ocasiones, y casi siempre debido a una crianza inadecuada o a la búsqueda de características hipertípicas, los tejidos blandos de nariz, paladar y garganta pueden ser excesivos, provocando dificultades en el correcto flujo de aire en las vías respiratorias. También puede contribuir a ello una conformación especialmente estrecha o cerrada de las narinas.

Esta obstrucción de las vías aéreas superiores  es la causante de una respiración agitada, jadeante, anormalmente pesada y difícil que provoca un gran estrés en el perro y puede derivar en otros problemas. Los signos clínicos respiratorios más frecuentes son la presencia de ruidos respiratorios como estertor y estridor, disnea, intolerancia al ejercicio y al calor, hipertermia, cianosis y síncopes. Pueden aparecer alteraciones del sueño como apnea y signos digestivos como regurgitación, vómito, deglución disfuncional, reflujo gastroesofágico, hernias de hiato, etc. Se ha demostrado que los signos respiratorios y digestivos suelen presentarse conjuntamente en más de un 80% de los casos.

El BOAS es una afección progresiva y limitante, que puede provocar dificultades para llevar una vida normal, para jugar, comer e incluso dormir y en ocasiones puede ocasionar un fatal desenlace.

 

En el año 2020, la Comisión Científica (CC) de la FCI se refirió de manera extensiva al BOAS elaborando un informe sobre dicho síndrome incluyendo una estrategia y una serie de recomendaciones al respecto.

Entre otras interesantes conclusiones, la Comisión establece que “…Es difícil evaluar la prevalencia y la incidencia del BOAS en las distintas razas braquicefálicas por distintos motivos: muy pocos datos en la literatura, falta de criterios para establecer un diagnóstico, falta de datos compartidos entre los centros de práctica primaria y los centros de referencia, falta de recopilación sistemática de datos para los perros oficialmente inscritos en libros de orígenes, un número desconocido de perros “sin registro” debido una cría sin control y sin recomendaciones de salud, y también cierto número de perros importados con líneas de cría poco conocidas. A pesar de que muchas razas braquicefálicas se encuentran en sistemas de control de salud, promocionados por los clubes de razas competentes en Europa, sólo una parte de la población canina está registrada por las organizaciones caninas nacionales…”

A la hora de establecer una estrategia, la CC dice que “…Definir los rasgos a seleccionar es uno de los pre-requisitos más importantes para establecer una estrategia de reproducción. En el caso de una situación compleja causada por diferentes rasgos, como el BOAS, la selección puede hacerse basándose en el diagnóstico de la enfermedad propia o en rasgo(s) fenotípicos o genéticos relacionados entre sí, i.e. morfología o una prueba de ejercicios…”

El problema es que no se conocen cuáles son esos rasgos específicos que pueden dar lugar a la aparición del BOAS y ni siquiera se puede asegurar la combinación de cuáles, en un programa de cría, evitaría dicha afección. Evidentemente se recomienda siempre erradicar de la cría a los ejemplares afectados, pero dicha afección puede aparecer en un momento tardío, cuando alguno de esos ejemplares ya haya sido utilizado para la reproducción.

Ahí es donde las pruebas de ejercicio o calificación funcional aportan una pequeña ventaja, ya que lo que hacen es “forzar” o “provocar” un cierto nivel de estrés que debe ser soportado por individuos sanos, pero no por otros que, aun no habiendo dado signos hasta el momento, tengan el síndrome de forma latente. Con esta evaluación podemos detectar perros moderadamente afectados que pueden no mostrar signos clínicos de afección respiratoria en reposo que, sin embargo, son evidentes después de ejercitarse.

Aun así, la CC recuerda que “…sigue siendo poco claro en qué medida estas pruebas son predictores fiables del BOAS…”

Así pues, la CC estima que, para ser eficientes, las estrategias de cría contra el BOAS tienen que basarse en diversos aspectos y hacer uso de los distintos elementos tomados en consideración por los criadores al seleccionar sus reproductores, estableciendo como intervenciones adecuadas: 

Imponer/fomentar la evaluación fenotípica de un gran número de perros, basándose en rasgos directa o indirectamente relacionados con el BOAS (con las modificaciones o inclusión de las advertencias que se considere adecuadas en los estándares de las razas). 

 

Por tanto, la lucha contra el BOAS implica una estrategia de acción con varios frentes abiertos, en la que colaboren las organizaciones caninas nacionales y los clubs de raza, los criadores y los veterinarios y dentro de la cual, las pruebas de ejercicio son sólo una herramienta más, pero no la única ni la determinante.

Cualquiera de los elementos de la estrategia (selección de la cría, adecuación de los estándares, educación de criadores, jueces y veterinarios, difusión y utilización de los datos, pruebas de ejercicio, …) resultará de poco valor si no se hace en combinación con todos los demás.

En cuanto a las pruebas de ejercicio, el principal valor que aportan es el consenso existente entre criadores, clubs y organizaciones caninas para su uso y difusión, siendo lo más importante en su realización la posibilidad de contar con una estadística y datos razonables y valiosos para conocer el estado de cada una de las razas.

La FCI estableció un convenio de colaboración con el Kennel Club inglés para que las organizaciones caninas nacionales que lo considerasen oportuno pudiesen utilizar el método de Cambridge para evaluar el riesgo de BOAS, pero el propio informe de la CC reconoce la existencia de otros sistemas de evaluación igualmente válidos, como el BAER utilizado en Finlandia o el BREATH puesto en marcha en Francia, entre otros.

- El test debe ser supervisado por un veterinario, con la ayuda de los auxiliares que considere oportuno. 

- Se realiza preferiblemente a cubierto y en unas condiciones de temperatura entre 15 y 25ºC.

- Se debe procurar que los perros que estén esperando a hacer el test puedan estar en un lugar suficientemente apartado para no provocar un estrés anticipado.

- Los perros deben ser presentados por su propietario o un Handler designado por este, con quien el perro se muestre confiado.

- El ejercicio se hace con correa.

- Se debe cubrir una distancia de 1000 metros en un tiempo máximo de 12 minutos, con algunas diferencias en determinadas razas (por ejemplo, 800 metros para los pequineses).

- Antes de empezar, el veterinario comprueba el microchip y las vacunaciones del perro.

- Se efectúa un examen clínico para ver el estado general del perro, especialmente el respiratorio.

- Se inicia el ejercicio, cubriendo el tiempo o la distancia indicadas.

- Se toma nota del tiempo y la distancia y del tiempo que el perro necesite para recuperar un estado normal.

- Se vuelve a hacer el examen clínico del perro.

- Se rellena el formulario.

- El test es supervisado por un veterinario.

- Sólo está previsto para 3 razas: Bulldog Inglés, Bulldog Francés y Carlino.

- Los perros deben trotar a una velocidad de entre 6,5 a 8 km/h durante 3 minutos.

- Puede ser llevado por el propietario o alguno de los auxiliares.

- El perro es nuevamente examinado inmediatamente después de terminar el ejercicio.

- El veterinario rellena el formulario con el diagnóstico.

- Si el perro tiene menos de 12 meses cuando hace el primer examen debe repetirlo al año siguiente.

- Se recomienda que los perros sanos repitan el test cada dos años.

- La prueba es realizada por un veterinario, asistido por tantos auxiliares como necesite y organizado, preferiblemente, por un club de raza u otra asociación canina, con la intención de examinar a cuantos ejemplares de la/s raza/s braquicefálicas en cuestión sea posible.

- El BREATH está diseñado para todas las razas braquicefálicas, con especial incidencia para Bulldog, Bulldog Francés, Carlino, Boston Terrier, Chin, King Charles Spaniel, Grifones belgas, Shih Tzu, Pequinés y Dogo de Burdeos.

- La prueba se debe hacer en condiciones estables, con una temperatura entre 15 y 25ºC.

- No es una prueba de rendimiento físico y los perros deben ser capaces de pasarla sin un esfuerzo excesivo y sin forzar sus habilidades físicas naturales.

- Para la mayoría de las razas la prueba consiste en recorrer a un paso rápido una distancia de 500 metros en un tiempo máximo de 6 minutos (250 metros y 10 minutos para el Pequinés).

- Antes de empezar, el veterinario comprueba el microchip y las vacunaciones del perro.

- Se efectúa un examen clínico para ver el estado general del perro, especialmente el respiratorio.

- Se inicia el ejercicio, cubriendo la distancia indicada y controlando el tiempo máximo.

- Se vuelve a hacer el examen clínico del perro.

- Se rellena el formulario, declarando al perro Apto 1 (el perro pasa el test, cubre los requerimientos exigidos, pero muestra ciertos signos de cansancio o ha estado muy cerca del límite de tiempo), Apto 1+ (supera el test con facilidad y no muestra signos de estrés) o No Apto/Descalificado, si no se superan los requerimientos o hay evidentes signos de estrés respiratorio severo.

- El resultado (BREATH-1, BREATH-1+ o BREATH-0) seguido del año en el que se pase, se recogerá en el pedigree del perro.

- La edad mínima para superar el test es de 1 año.

- Se recomienda repetir el test cada 2 años para los perros sanos (1, 1+).

- Los perros que no superan el test y son descalificados se considera que muestran signos de BOAS y, por tanto, deberían ser apartados de la reproducción.

•  ¿Por qué el BREATH?

La Real Sociedad Canina de España, en su intención de ayudar a los criadores a contar con herramientas que faciliten la selección de ejemplares sanos, adopta, junto con los demás países de la Alianza Cinófila Latina (Francia, Italia y Portugal) el test BREATH de ejercicio para perros braquicéfalos, fundamentalmente por las siguientes razones:

- Está pensado para TODAS las razas braquicéfalas.

- Se recogerán, estudiarán y compartirán estadísticas de todas estas razas con los países de la ACL, países que en conjunto registran cerca del 50% de los cachorros de raza nacidos en Europa.

- La realización de los test será gratuita por parte de la RSCE, para perros registrados en el LOE u otros libros FCI en principio, a fin de conocer la prevalencia de la afección entre nuestros ejemplares.

- Los test BREATH podrán ser organizados por los Clubes de Raza de las razas braquicéfalas, supervisados por veterinarios que, únicamente, deberán superar el seminario formativo sobre el test que desarrolle la RSCE y estar registrados como reconocidos por la RSCE para desarrollar dicha prueba.

- La RSCE no cobrará, ni pagará, canon alguno a clubes, perros o veterinarios por la realización del test BREATH y el registro de sus resultados.